miércoles, 30 de abril de 2008

dos gatos negros

Esa noche bajé del coche sintiendo el alma hecha pedazos pidiendo socorro y auxilio, de pronto volteé y un gato negro se atravesó en mi camino corriendo despavorido. pensé que mala suerte la mía, un mal augurio en tan mala noche, me disponía entrar a casa, cuando ví otro gato negro, aún más grande, que caminaba tranquilo tras el otro, al verme sin inmutarse, detuvó su marcha y se sentó moviendo su cola.

Caminé por mi jardín, y aún podía verlo, me detuvé, y nuestros ojos coincidieron un instante, entonces comprendí, que mi suerte estaba esperando ser recogida. Continué mi camino y entré a casa para darme cuenta...

Que la vida jamás se cansa de dar bofetadas.

sábado, 12 de abril de 2008

art way

Enmudezco ante la mirada fría y blanca de la ignorancia y la pasividad, me impide levantarme sobre mis pies de nuevo, y encontrar las palabras necesarias para escribir y describir lo que se siente ser testigo, observador y sujeto, en un espacio en que la sociedad se encadena a si misma, y cierran los ojos con vendas que se ponen unos a otros